Presbiterio

Donde empezó la construcción

La parte más antigua del templo es la que se conoce como “presbiterio”.
Aquí se ubica la mesa del altar entre muros gruesos en piedra y mampostería. El techo exhibe una bóveda de crucería estrellada, característica de la arquitectura medieval. Al centro, donde convergen varios nervios de piedra, se destaca el emblema de la orden dominica rodeado por triángulos azulverdosos.

Un escudo y la cripta de una familia

El apoyo económico de los descendientes de Ponce de León fue crucial para la erección de la Iglesia de San José. Arriba en la pared norte del presbiterio aparece el escudo de la familia García-Troche, herederos del conquistador que falleció temprano en búsqueda de la Fuente de la Juventud. En la heráldica, el apellido Troche se asocia y representa con la trucha, por ello se destacan tres de ellas en la parte inferior izquierda del escudo.
Frente a la mesa del altar, a nivel del suelo, una puerta conduce a lo que fue cripta de los Ponce de León. Los restos del conquistador estuvieron aquí hasta 1908, cuando se trasladaron a la Catedral de San Juan, donde un monumento en mármol reconoce su rol en la historia del país.

La mesa del altar como metáfora

Para los tiempos en que se construyó la Iglesia San José, el sacerdote celebraba la misa de espalda a los fieles. Ello cambió cuando el Concilio Vaticano Segundo (1962) instó a que los oficiantes se dirigieran de frente a la feligresía. Se incorporaron entonces mesas de altar exentas, detrás de las cuales los sacerdotes pudiesen llevar a cabo sus ritos. Carente el templo de mesa original alguna, para la restauración reciente de San José el arquitecto Jorge Rigau diseñó un altar concebido como metáfora de la fe.
Los tres pilares sobre los que se apoya fueron construidos en materiales diferentes. La base en ladrillo ilustra cómo la fe crece poco a poco en cada individuo. Al centro, la madera revela sus anillos de crecimiento y desde donde crecen las ramas. Tal cual crece la fe con los años y se ramifica hasta consolidarse y durar una vida, representado por el pilar de mármol. La base de madera acoge una reliquia del puertorriqueño Carlos Manuel Cecilio Rodríguez Santiago (Charlie), beatificado el 29 de abril de 2001.

El retablo

La iglesia de San José ha albergado varios retablos a través de los siglos.
El que vemos proviene de la Iglesia Parroquial de San Juan Bautista en la Municipalidad de Villaciervos, provincia de Soria, España. Fue desmontado años atrás, llevado a la Catedral de Burgo de Osma y, en 1987, donado por el Gobierno de España a Puerto Rico. Para la restauración reciente de San José, fue desarmado y restaurado con pan de oro y pintura por Talleres de Arte Granda, de España.
San Juan y San Sebastián aparecen tallados en madera a un lado y otro de la imagen del monje cisterciense San Bernando de Clairvaux, fraile que formuló los principios básicos de la mística, canonizado en 1174.