Estos bajorrelieves en piedra permanecieron tapados por varios siglos y fueron descubiertos como parte del proyecto de restauración que culminó en 2020.
El cemento con que se cubrieron todos los muros de mampostería de la iglesia en el siglo pasado fue removido. Se sustituyó por una capa protectora de cal, afín a la de la construcción original.
Fuera de la iglesia, pueden apreciarse tres campanas que una vez instalaron los Padres Jesuitas en el campanario del templo y que, por razones de seguridad, ahora pueden apreciarse desde cerca, destacándose la fecha de 1873.