Dominan el área dos pinturas al óleo de tamaño considerable.
Una representa la Visitación de la Virgen María a su prima Isabel, estando ambas embarazadas. Es copia fidedigna de “La Visitación” que pintara Giovanni Francesco Barbieri (denominado Il Guercino), artista italiano cuyo trabajo data de la primera mitad del siglo 17. Algunos atribuyen la obra al pintor puertorriqueño Francisco Oller.
La segunda pintura, obra de Juan Cleto Noa, pintor local, presenta las ánimas del purgatorio a punto de someterse al Juicio Final presidido por la Santísima Trinidad. Figuras religiosas varias aparecen en la obra junto a nubes y querubines alados. San José se destaca a la izquierda, un poco más atrás, de rodillas, mirando a su hijo. Entre las ánimas que consumen las flamas, dos de ellas nos miran directamente, como alertándonos para meditar al respecto.
Los dos óleos forman parte del Tesoro de la Catedral de San Juan. Luego de estar almacenados por años, fueron recién restaurados por conservacionistas de la firma española Talleres de Arte Granda, expertos en rescate artístico.
Contrarrestar las causas del deterioro del par de piezas incluyó limpieza y reintegración cromática. Se repararon desgarres y agrietamientos en los lienzos y se eliminaron algunas intervenciones antiguas que estaban perjudicando a las pinturas. Los materiales empleados fueron homogéneos o compatibles con los aquellos originales. Los métodos de intervención son reversibles, por si en un futuro se dispone de estrategias alternas de conservación.